De hecho, se ha llegado a crear en ciertos momentos una competencia sana entre los niños y esto es bueno, ya que cada uno intentará esforzarse cada día más para demostrar que es mejor que su compañero. La competencia no es mala, siempre y cuando el maestro o instructor sepa educarlos para que no caigan en disputas que rompan con la armonía de la clase e incluso de la academia. Las formas simulan ataques y defensas contra uno o varios atacantes, y según dicen algunos maestros son la esencia del estilo que se entrena. Al entrenar estos movimientos entrelazados se obtienen beneficios tanto somáticos como psíquicos, además de que proporciona salud mental y veces son buenas para eliminar ciertas enfermedades como una gripe ligera o el asma (García Salmorán, 2012).
García Salmorán, Guillermo. (13 de marzo de 2012). Pequeños Dragones. Recuperado el 10 de abril de 2012 de http://www.defensaurbana.com/2012/pequenos-dragones/
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